Movistar Riders gana la Liga GAME de Call of Duty
El equipo de Movistar Riders de Call of Duty se proclamó campeón de la Liga Game con todo merecimiento. Tras derrotar a PAM en semifinales, los de Movistar debían inclinar a Heretics para alzarse con el éxito final y eso hicieron. En un choque eléctrico en el que ambos conjuntos se emplearon al máximo, fueron los hombres comandados por Puni, elegido MVP del partido, los que se llevaron el triunfo por un incontestable 3-0. De esta manera, los Riders se apuntan su primera victoria en un juego en el que han destacado en los últimos meses por su brillante desempeño en el mismo. Este cierre de temporada es, por tanto, la culminación de su excepcional trayectoria.
Enchufados desde el inicio. Así salieron los jugadores de Movistar Riders que empezaron mandando desde el minuto uno en el primer mapa, punto caliente en Throwback. Controlando los hardpoints y haciendo rotaciones perfectas para controlar los puntos desde su activación, los hombres de negro funcionaron como un bloque sin fisuras. Tanto como para parar a un Lucky que iba a firmar 43 bajas en este acto de apertura. Lo dicho, no le iba a alcanzar a Heretics. Y es que, aparte de trabajar como conjunto, los de Movistar también iban a funcionar de manera individual, con Dean, Denza y Puni, destacando de manera extraordinaria. 1-0 y final encarrilada.
Tocaba Buscar y Destruir en Crusher para continuar. Tocaba turno para Puni. El mejor jugador en este modo en la SLO debía mostrar el porqué de este reconocimiento y llevar a los suyos hasta el 2-0. Así lo hizo. Pero no lo hizo solo. 9 bajas para él y 9 bajas para otro artista de esto, el señor Denza. Otra vez amargándole el día a Lucky, que volvía a estar inspiradísimo y se anotaba otras 9 bajas. De nuevo, insuficiente para dar replica a Movistar Riders. Un punto más y habría nuevo campeón de la Liga Game.
Enlace en Frost era la tercera cita de la mañana. La última si Heretics no lo impedía. Y visto lo visto en el anterior juego, parecía difícil que esto pudiera pasar. Pero nadie puede dar por vencidos a los doble campeones de la Final Cup, un conjunto que atesora tanta calidad en sus filas. En consecuencia, la obligación de los chicos de Movistar era no confiarse y seguir siendo la apisonadora que habían sido hasta ese momento. El 6-2 con el que se fueron al descanso hacía indicar que no entraba en los planes el relajarse. También el dato de que el rival no había llegado a la base de Riders cuando ya se habían disputado tres minutos de juego, era otra muestra de lo que estaba pasando. Una exhibición, vaya. Faltaba rematar y se remató. 9-2 a falta de apenas 180 segundos. Era el momento de celebrar y de liberar emociones. Tras seis meses de duro trabajo, llegaba el premio.
Las lágrimas de Jorge Sáinz, el arquitecto del equipo que se ha ganado la admiración de toda la escena, lo decían todo al acabar. Ha sido un camino duro hasta llegar a la meta. Un camino que tuvo un golpe terrible cuando el sueño de Gamergy se esfumó en el instante en el que ya se tocaba con los dedos. Quizás era eso lo que faltaba. Sobreponerse a un contratiempo así para crecer mentalmente y ganar con autoridad el último título en juego de la temporada. Una recompensa más que merecida para cuatro chicos que ya son leyenda. Una recompensa más que merecida también para Taz, el entrenador, para Jorge Sáinz, el general manager, y para el resto de gente que ha puesto su parte para que, finalmente, Movistar Riders reinase en el universo de Call of Duty. Ahora a celebrar y a seguir creciendo. Porque el futuro les pertenece.
